sábado, 14 de mayo de 2016

Apolo 8. Parte 1


“En el principio, Dios creó los cielos y la Tierra y esta estaba sin forma y vacía y las tinieblas los cubrían por completo. Y el espíritu de Dios se movía sobre las aguas y Dios dijo: ¡Hágase la luz! Y hubo luz. Dios vio que era buena y la separó de la oscuridad.”

24 de diciembre de 1968. William Anders mandaba este mensaje junto con sus compañeros James Lovell y Frank Borman mientras que, por primera vez en la Historia, se realizaba una misión tripulada a la Luna. El mundo, expectante, se encontraba viendo en la televisión un evento único.


















Durante toda la década de los 60, en plena Guerra Fría, las dos superpotencias: la antigua URSS y los Estados Unidos se habían enfrentado en una lucha para demostrar la superioridad de su sistema político. La carrera armamentística dio paso a un rápido desarrollo tecnológico, que derivó en una competición para ver quién llegaba antes a la Luna, lo que les daría una muy buena propaganda política. Incluso había rumores diciendo que los soviéticos querían pintar la Luna de rojo, simulando la bandera comunista.

El objetivo real no era muy claro. Científicamente, era más fácil estudiar la superficie y la geología de la Luna a través de sondas no tripuladas. Sin embargo, el gran avance que supuso para la ingeniería, hizo que, en parte, valiera la pena. En el año 1961 (en los inicios de la era Espacial) los científicos no estaban seguros si el hombre podría sobrevivir durante periodos prolongados de tiempo con una gravedad muy baja (microgravedad). Yuri Gagarin fue el primero en demostrar que estas suposiciones eran falsas, al orbitar alrededor de la Tierra. “Todo lo que he hecho y he vivido ha sido para esto.” Había dicho el cosmonauta antes de embarcarse en la misión del Vostok 1.

Justo un año después, el presidente de los Estados Unidos, J.F. Kennedy lanzaba un discurso proponiendo ir a la Luna con una tripulación antes de 1970:





“Hace muchos años, al gran explorador británico George Mallory, quien murió en el Monte Everest, se le preguntó por qué quería escalarlo. Y él contestó: “porque está ahí”.
     Bueno, el espacio está ahí, y lo vamos a escalar, y la luna y los planetas están ahí, y nuevas esperanzas de conocimiento y paz están ahí. Y, por lo tanto, a medida que zarpamos pedimos la bendición de Dios en la aventura más grande, peligrosa y arriesgada en la que el hombre jamás se haya embarcado.”

Este discurso, proponía una misión que, en condiciones normales, habría tardado 50 años en realizarse (Según el libro Hombres en el espacio: pasado, presente y futuro, de Luis Ruiz de Gopegui) El enorme capital invertido en la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio) y las prisas por competir en una carrera por controlar el mundo, hicieron que este proyecto se hiciera con muchísima más rapidez de la esperada. Aun así, la tecnología tendría que superar una infinidad de obstáculos antes de poder alcanzar el objetivo. Puede que la suma de fracasos de lugar al éxito, ¿lo creen así?
En 1965, Estados Unidos y la serie de sondas no tripuladas Ranger, apenas habían conseguido impactar sobre nuestro satélite natural, mientras que los soviéticos ya preparaban alunizajes desde 1963 con la Lunik 4.
Y llegamos a 1968. El White Album (The Beatles) y Odessey and Oracle (The Zombies) sonaban en la radio, el movimiento hippie estaba sufriendo un crecimiento exponencial, que culminaría en el festival de Woodstock en el 69. Nixon ganaba las elecciones en noviembre. Un mes antes se estrenaba 2001: Una odisea en el Espacio, la película que curiosamente, hablaba de cómo sería la llegada del hombre a la Luna. Y bajo todas estas circunstancias, se preparó el gran cohete (giant rocket) del que hablaba Kennedy, el Saturn V, de 2900 toneladas y 125 metros de altura.

La misión Apolo 8 consistía en enviar una nave que circunvalara a la Luna, hacer fotos, y ver cuál sería la pista de aterrizaje perfecta para la siguiente misión. El sueño de toda una nación estaba cada vez más cerca.

En 5…

Sin embargo, había que ser extremadamente precisos en los cálculos, cualquier mínimo fallo podría llevar a los astronautas a la deriva, perdiéndose en un infinito océano cósmico.

4…

O en todo caso, estrellarlos contra la superficie del planeta.

3…

Todos miraban con temor, asombro y curiosidad al cielo nocturno, a esa gran masa de roca inerte.

2…

Y es que este era el inicio de una nueva era… El hombre dejaba por fin su pequeño hogar, su pequeño nido, para conquistar otros mundos.

1…

Sí. Era el comienzo de algo nunca visto.


sábado, 5 de diciembre de 2015

Proyecto Silver Words

Damas y caballeros.... (redoble de tambores) ¡Aquí llega un nuevo blog!
El público no sabe cómo reaccionar, se queda sentado esperando que algo grande y sorprendente aparezca de la nada.... y sin embargo, se decepcionan al encontrar delante de sus ojos a una entrada diminuta, que tiene pinta de ser buena, pero que muy pronto se queda en nada, ya que las probabilidades de que alguien que empieza un blog lo continúe son muy pocas. ¿No me creéis? Probad a poner cualquier palabra en la barra de navegación seguido de .blogspot.com 

¡Ay por dios, que todavía ni me he presentado! Mi nombre es Scarlet y quiero daros la bienvenida a este pequeño rincón donde espero que se refugien mis pensamientos. ¿Mi objetivo? Muy sencillo: Enseñaros lo que sé y poder ayudaros en lo que pueda.
Creo en el mundo, creo en el poder de Internet para poder unir a las personas y hacer algo diferente desde dentro, para luego buscar nuestro propio camino.
Soy una persona con muchas ganas de aprender de vosotros, no sabéis cuánto... Pero al mismo tiempo me gustaría compartir mis inquietudes, mis inseguridades y mis certezas.
Soy una persona autodescubriéndose y que necesita reflexionar sobre la vida, sobre la naturaleza de las cosas.
Soy una persona que busca el lado positivo de las cosas, incluso cuando parece que no lo hay o no lo quiero ver. Y quiero encontrarlo con vosotros.

Hay tantas cosas que me apasionan... que no puedo apartarlas para centrarme solo en una. Por eso, no esperéis que este blog sea temático. Los blogs monotemáticos son útiles, y sin embargo poco a poco te vas convirtiendo en parte de ese tema, todo tu ser pasa a ser parte de lo que investigas y de lo que das al público y a menos que lo tengas muy claro, tu propia esencia se pierde en tu trabajo.
Considero que las personas somos multidisciplinarias, debemos desarrollarnos no solo en un solo sentido, pues eso es realmente inservible.

¿Queréis saber más de mí? Soy una persona de ciencias puras, más concretamente, pertenezco (o perteneceré cuando entre en la carrera) a ese pequeño e incomprendido grupo de los físicos. Por otra parte, mi corazón rebosa letras. Me encanta la literatura y la historia que hay detrás del arte en todas sus formas: La música, los libros, las pinturas... Además de la filosofía, esa vieja amiga mía.

El público mira extrañado hacia la persona que habla. Algunos se sienten identificados, otros simplemente piensan que esta mujer es una indecisa. Vamos a ver, ¡siempre vas a tener que escoger caminos! Algunos se alejan y salen de la sala bajo la mirada de desaprobación de algunos espectadores.

Veo la sala un poco más vacía llegados a este punto, pero no me preocupa demasiado. Si hay alguien que ha llegado hasta aquí estaré satisfecha. Sin embargo, creo que es importante deciros algo: Estoy en segundo de bachillerato, así que no estoy segura de si podré seguir escribiendo, lo intentaré con todas mis fuerzas, os lo prometo. Me lo prometo.

Los espectadores, hartos ya de tantas promesas, se levantan. Alguien intenta aplaudir, al menos por ser educado, pero al no verse apoyado por nadie, no lo hace. La gente se va... Es el momento de intentarlo de nuevo y de demostrarme a mí misma que puedo hacerlo. El telón baja.